
Por Mauricio Sulaimán / Presidente del WBC / Hijo de José Sulaimán
Nada es imposible; algunas cosas pueden tardar más, pero siempre terminan por hacerse realidad.
Esa era la actitud de José Sulaimán, mi querido padre, quien vivió para servir a los demás y luchar contra el abuso de poder y la discriminación. Un eterno soñador que vio cumplirse muchos de sus anhelos, y lo más increíble es que algunos de sus planes se siguen materializando a 12 años de su partida.
Me encuentro en el Medio Oriente cumpliendo con dos compromisos de gran relevancia. Primero, una reunión con las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos; existe un gran interés por albergar la convención anual del Consejo Mundial de Boxeo en 2026. De ahí, partiré hacia Riad para la final del Grand Prix, ese sueño de Don José que hoy es una realidad tangible.

El Trofeo José Sulaimán, la «Flama de la Esperanza», aguarda por los ganadores. Cada finalista ha demostrado resiliencia, disciplina y una técnica depurada. Entrenadores y promotores ya ven en varios de ellos a futuros campeones mundiales, capaces de sacudir sus divisiones a nivel internacional.

Peso Pluma
Muhamet Qamili: (25 años, Italia/Albania, 17-0-1, 8 KO). Los gimnasios europeos perfeccionaron su estilo de presión y su pulcritud técnica, destacando con un nocaut fulminante en la semifinal.
Brandon Mejía: (21 años, México, 12-0, 10 KO). El poder de puños y el estilo audaz del mexicano lo señalan como un prospecto a seguir de cerca en las clasificaciones mundiales.

Peso Superligero
Carlos Utria: (22 años, Colombia, 13-0, 11 KO). Combinando una técnica impecable con «manos pesadas», está listo para hacer historia en su país. Expertos aseguran que su estilo resultaría muy incómodo para la élite internacional.
Mujibillo Tursunov: (25 años, Uzbekistán, 9-0, 8 KO). Excampeón amateur de Asia, disciplinado y estratégico. Los entrenadores destacan su alto coeficiente intelectual sobre el ring y su temple como claves para su rápido ascenso.

Peso Mediano
Dylan Biggs: (23 años, Australia, 17-1, 9 KO). Un sólido control del cuadrilátero y un contragolpeo preciso definen su campaña. Los analistas creen que ya está listo para las grandes carteleras internacionales.
Derek Pomerleau: (25 años, Canadá, 15-0, 11 KO). La precisión y su capacidad de ajuste son su sello personal. Los promotores lo proyectan como el próximo gran contendiente de su país.

Peso Pesado
Kevin Ramírez: (25 años, Argentina, 11-0-2, 4 KO). De las calles de Buenos Aires a la final del Grand Prix; combina la «garra» con una potencia constante. Se espera que pronto desafíe a campeones regionales.
Ahmed Krnjic: (28 años, Bosnia y Herzegovina, 7-0, 4 KO). Con sus dos metros de estatura, combina movilidad y alcance, buscando ser el primer campeón del Grand Prix de su región. Su físico lo perfila como un referente global.

Otro sueño de Don José que se está haciendo realidad es el nuevo sistema de puntuación. Lo hemos probado de forma remota durante cinco años y se ha implementado en este Grand Prix con resultados excepcionales.
La Puntuación Mejorada consiste en calificar los rounds numéricamente, como siempre, pero añadiendo una valoración cualitativa en la tarjeta, indicando si el asalto fue: cerrado, moderado, decisivo o extremo. Esta evaluación otorga un valor adicional al sistema tradicional.
De igual forma, hace años instituimos el cinturón para los entrenadores que coronan a un campeón mundial del WBC. Mi padre siempre pensó en cómo reconocerlos, pues el boxeador se lleva la atención, el dinero y la fama, pero el estratega en la esquina merece un crédito enorme.

El boxeo es un deporte de apreciación. Los jueces califican rounds, no peleas, y cada uno es independiente. En el boxeo no hay goles ni carreras; lo único que cuenta es la tarjeta que evalúa las acciones asalto por asalto.
Es como el tablero de un partido de béisbol: ahí está la anotación de cada entrada. Un equipo puede anotar en todos los innings, pero si el rival produce más en uno solo, gana. En el fútbol, ¿cuántas veces hemos visto a un equipo dominar todo el encuentro sin anotar, y el oponente gana en un contragolpe?
El boxeo se trata de ganar rounds. Isaac «Pitbull» Cruz, gran campeón superligero del WBC, se consagró al encender a la afición en San Antonio con un frenesí total en su defensa ante Lamont Roach. El «Pitbull» va camino a ser un ídolo si mantiene la disciplina y la humildad.

El Grand Prix ha generado historias dignas de Hollywood. El finalista Kevin Ramírez es recolector de residuos en un pequeño pueblo de Argentina y es un crucero natural. Cedieron una ventaja de peso de hasta 30 kilos, ha ganado sus cuatro peleas del torneo. Por su parte, el colombiano Carlos Utria se volvió un ídolo desde su primera victoria; al llegar a su pueblo, fue recibido como héroe con un desfile por las calles. El Riyadh Season WBC Boxing Grand Prix pasará a la historia como la cuna de los campeones de esta generación.

Nunca olvido lo que mi padre nos decía cada vez que podía: «El boxeador es el mejor representante de lo que se necesita para triunfar en la vida. Es noble, dedicado y disciplinado; ha tenido que superar obstáculos desde que tiene uso de razón, y su orgullo y necesidad lo impulsan a esfuerzos sobrehumanos para llegar a ser alguien». La única razón de ser de nuestro Consejo Mundial de Boxeo es proteger, proyectar y ayudar al boxeador antes, durante y después de sus años de gloria en el encordado.

Agradezco sus comentarios en contact@wbcboxing.com
![]()
test