
Por Mauricio Sulaimán – Presidente del WBC- Hijo de José Sulaimán
El fin de semana pasado celebramos el Día del Padre. Me encantan los memes que sólo los mexicanos podemos tener con tanta ocurrencia. Me tocó pasar este día solo acá en Riad, Arabia Saudita, pues viene la segunda fase del Grand Prix, la Copa Mundial de Boxeo profesional que fue uno de los sueños de mi papá, que tuvo que ser cancelado en 2013 cuando entró al hospital.
Un gran homenaje a don José en esta semana que lo hace aún más valioso. Cinco timbres componen la planilla y cada uno con gran significado y con un precioso diseño elaborado por Nancy Torres de Correos de México.
Raúl Ratón Macías fue quizá la máxima inspiración para que don José incursionara en el boxeo, fue su ídolo y después su entrañable amigo.
Muhammad Ali, simplemente el más grande de todos, inspiró a mi papá a luchar contra la discriminación de cualquier tipo y el abuso de poder.
Julio César Chávez, el más grande en la historia de México, eternamente leal y siempre cercano a don José, le dio una de las más grandes satisfacciones al curarse de las adicciones y verlo limpio antes de morir.
Saúl Canelo Álvarez, el máximo representante del boxeo mundial, orgullosamente mexicano y campeón WBC desde 2009.
Vamos a lanzar una campaña WBC, pero también personal para enseñar a la juventud lo que es escribir una carta y todo lo que va relacionado a ello. Es evidente que la tecnología está acabando con el correo, ahora todo es email, redes sociales, apps y plataformas.
Cuando yo estudiaba en Winchendon, pueblo cerca de Boston, era una ilusión correr diario, durante el receso de la mañana, a la recepción para ver si me había llegado correspondencia. Recibir cartas de mis papás, hermanos o amigos era increíble y no existe manera que pueda sustituir ese sentimiento. Igualmente escribir una carta, comprar los timbres para mojarlos con saliva y ponerlos en el sobre para mandar a su destino, esas cartas llenas de sentimientos y mensajes que ningún email puede replicar.
Te invito a reflexionar y hacer un ejercicio en familia, con tus amigos, colegas de trabajo y en tus círculos de influencia. Yo, por mi parte, escribí unas cartas aquí en Riad que mandaré desde acá; seguramente llegarán a México después de que yo regrese, pero estoy seguro que serán gratamente recibidas. También en el WBC vamos a generar un concurso, que fue idea de Mariana Barbie Juárez, en el cual se premiará a las mejores cartas escritas acerca de diversos temas que serán recibidas en la oficina WBC.
Fui invitado a una entrevista en un programa de Santiago Vizl, hijo de la gran Fernanda Familiar. Me encantó y me llevó al borde de caer en las lágrimas con su especial conducción. Me llevó a recordar a mi papá y a mi mamá.
Camila Zamorano se convirtió en la persona más joven en la historia del boxeo en capturar un campeonato mundial. Conquistó el cetro WBC de peso átomo, al vencer por decisión unánime a la dos veces campeona Mika Iwakawa, de Japón, ante un lleno impresionante el Centro de Usos Múltiples de Hermosillo.
Don Elias Sulaimán, mi abuelo, era la adoración de mi papá. Lo llamaba desde cualquier parte del mundo, e, invariablemente, exigía que pasáramos Semana Santa y Año Nuevo en Ciudad Valles para poder estar cerca de él. Nunca perdió el acento árabe, su español era limitado y cada palabra tenía un toque especial. Era adorable, pero firme y de autoridad total hasta su último respiro. En unas vacaciones, donde coincidió el Día del Padre, estábamos todos los hijos y primos en la alberca; imagínense el calorón en Ciudad Valles en pleno verano. Mi papá, con unos 65 años en ese entonces, estaba sentado junto a la alberca, con don Elías, cuando decidió pararse y dirigirse con una gran sonrisa hacia nosotros para echarse un chapuzón. De repente se escucha a don Elias: “Mijito, ¿a dónde cree que va? De ninguna manera, véngase para acá, ¿qué no ve que se puede resfriar? Don José, obediente, se regresó a sentar, pero con una cara de pocos amigos.
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