
Como sugiere la famosa canción de la clásica película Casablanca: «Lo fundamental se aplica con el paso del tiempo».
Freddy Fundora ha captado la esencia de esos fundamentos. Entrena a su hijo Sebastián, campeón unificado de peso superwelter, y a su hija Gabriela, que acaba de convertirse en campeona indiscutible de peso mosca.
Es una historia de éxito extraordinaria, que podría presagiar otro capítulo fascinante, porque su hija menor, Fabiola, de tan solo diez años, ya ha peleado y ganado su primer combate amateur y está ansiosa por convertirse en la tercera campeona mundial de la familia.
Gabriela acaba de recibir su cinturón verde y dorado de manos del presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán, en la Cámara de Diputados de México. Más tarde, los Fundoras se retiraron para disfrutar de una merecida cena en el suntuoso restaurante China Girl dirigido por Alfredo Hong, en la Av. Prado Norte, Lomas Vireryes, Lomas de Chapultepec, donde los invitados disfrutaron de una virtuosa actuación de la joven violinista de dieciséis años, Silvia Fuentes.
Freddy, que es afable y extrovertido, ha utilizado sus brillantes habilidades de entrenador y su concentración para ayudar a Sebastián y Gabriela a alcanzar la cima del boxeo. Dijo: »Es inusual tener dos campeones mundiales en la familia. Es una bendición de Dios. Somos un equipo unido y nos apegamos a lo que hacemos.
»Empecé cambiándoles los pañales, comprándoles comida para bebés y luego los entrené cuando eran jóvenes y fui su manager. No es realmente difícil, pero hay que hacerlo todos los días. Sebastián y Gaby entrenan juntos, uno al lado del otro. Se motivan mutuamente. Que Gaby sea campeona mundial con tan solo veintidós años es increíble. Es lo que Dios quería.
»Tiene una pelea obligatoria por delante y la hará durante los primeros meses del año que viene y luego partiremos de ahí. Estamos tratando de hacer todo siguiendo el guión, tratando de no saltarnos ni saltarnos a nadie.
»Para Sebastian, su primera defensa será contra Errol Spence a finales de marzo en Dallas, en el Cowboys Stadium y será una noche para recordar. Estamos en el mundo del espectáculo. En el baloncesto quieres mates, si estás en el fútbol quieres touchdowns, jonrones en el béisbol, así que en el boxeo… ¡son nocauts!
»Mi hija menor, Fabiola, de diez años, ya está interesada en el boxeo y es una luchadora, habiendo ganado su primer combate. Quiere emular a su hermano y hermana.» Fabiola misma dijo: »Me gusta el boxeo por mi hermano y hermana. Siempre los he visto y siempre quise probar el boxeo, así que comencé a entrenar y es bastante fácil para mí. Si sigues boxeando, se vuelve cada vez más fácil, ya que la práctica hace al maestro. »En el futuro, quiero ser campeón del mundo… ¡como ellos!»
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