
El duelo entre Emilie Sonvico y Dee Allen tiene el tipo de tensión previa que anuncia un choque determinante. No es solamente un combate: es la puerta que se abre hacia la élite de la división welter, y ambas lo saben.
La pelea es este próximo sábado 13 de diciembre en Uzès, Francia, por el título plata welter del Consejo Mundial de Boxeo.
Sonvico llega con su estilo metódico, paciente, construido sobre fundamentos sólidos. Su boxeo es una progresión: avanza, mide, desgasta y cuando encuentra el hueco, acelera con precisión quirúrgica. Allen, en contraste, representa la energía disruptiva. Cambia ritmos, entra y sale con agresividad, fuerza intercambios en los momentos menos esperados y se siente cómoda en el caos.
Esa dualidad —el orden contra la turbulencia— promete una pelea que puede inclinarse en cualquier momento. Pero lo que está en juego va más allá del cinturón Silver: la ganadora saldrá con una narrativa renovada, con una posición firme en el ranking y con la atención obligada del panorama mundial.

![]()
test