El WBC Apoya Clases de Karate para Niños

Una mano extendida de amistad que une el boxeo y el karate, ya que el **WBC** apoyó una jornada de clases y exámenes de este clásico arte marcial en el Colegio Alemán, Campus Norte, Lomas Verdes.

Las dos escuelas de karate de **SM Martial Arts** y **PM Martial Arts** se unieron para realizar exámenes para niveles principiante, intermedio y avanzado. La Escuela de Artes Marciales y Entrenamiento **SM Martial Arts And Workout School**, dirigida por Mónica Sulaimán, ha estado floreciendo durante ocho meses. En ese tiempo ha conseguido cuarenta y cinco alumnos y la membresía sigue creciendo. En febrero celebrará su primer año. Es la única de su tipo certificada por el **World Boxing Council** (Consejo Mundial de Boxeo).

Mónica comentó: «Es mi sueño tener mi propia escuela, porque amo a los niños y es increíble trabajar y lograr esto, y estamos avanzando. Yo misma soy **Cinta Negra Tercer Dan** de Karate y he estado practicando karate durante dieciséis años. El karate es disciplina y memorización, desde el cinturón blanco hasta el cinturón negro, también la competencia y los torneos, porque conoces a mucha gente y haces muchos amigos».

«Un examen implica todas las formas, pero también la actitud, la disciplina, cuánto espíritu y determinación, la forma en que lo haces, el respeto, la coordinación».

El Co-coordinador y Organizador del Evento, Pablo Moreno, quien dirige **PM Martial Arts**, explica que noventa estudiantes están involucrados en este gran evento, en grupos de veinte. Pablo, quien también es **Cinta Negra Tercer Dan**, comenzó a practicar karate a los seis años y lo ha estado haciendo durante veinticinco años. Ha sido **Campeón Panamericano y Mundial** y quiere devolverle al arte marcial lo mucho que le ha dado. Quiere cambiar vidas para mejor. Explica: «Empezamos a los tres años y llegamos hasta los noventa y nueve y más. ¡Nunca es tarde!»

La clase de indudable atractivo fue la de **principiantes**, algunos de tan solo tres años. Cinco instructores principales, con suavidad, amabilidad, diversión y abrazos, pusieron a prueba a los jóvenes. Carrera, flexibilidad, que a esa edad viene con tanta facilidad, patadas y puñetazos básicos, y luego cada uno de los dieciocho estudiantes rompió una tabla de madera con una patada de uno de sus pies. Todo con los vítores de sus padres y sus familias.

La energía, el entusiasmo, la pura diversión y la capacidad de aprender fueron un placer de observar y una educación para contemplar. Y después de la clase, cada niño recibió un grado superior de cinturón blanco y una medalla del **WBC** en una banda verde. ¡Qué gran manera de canalizar la energía, el propósito y las vibraciones positivas para vidas jóvenes, tan llenas de promesa, alegría y propósito para un futuro brillante!