
El estadounidense O’Shaquie Foster se ha consolidado como uno de los peleadores más técnicos y resilientes de la actualidad en la división superpluma (130 libras), luego de conquistar y recuperar el título mundial del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) en combates de alta exigencia y dramatismo.
Originario de Orange, Texas, Foster debutó como profesional en 2012 y, tras un inicio prometedor, enfrentó obstáculos que pusieron a prueba su carrera. Una derrota ante Rolando Chinea en 2016 lo obligó a reconfigurar su estilo y mentalidad. Sin embargo, ese tropiezo se convirtió en el motor que impulsó su resurgimiento.
El gran momento llegó el 11 de febrero de 2023, cuando sorprendió al mundo al vencer de forma dominante al mexicano Rey Vargas en San Antonio, Texas, para coronarse campeón mundial superpluma del WBC. La contundencia de su boxeo quedó reflejada en las tarjetas: 116-112, 117-111 y 119-109.
Foster confirmó su valía al realizar una defensa épica en octubre del mismo año ante el mexicano Eduardo “Rocky” Hernández, a quien noqueó en el último asalto cuando las tarjetas lo tenían abajo. El estadounidense mostró temple y precisión para revertir un combate adverso con dos caídas espectaculares en el round 12.
En febrero de 2024, retuvo el cinturón ante Abraham Nova en una pelea cerrada donde su estilo técnico y manejo de distancia fueron claves para imponerse por decisión dividida.
Sin embargo, su reinado se vio interrumpido el 6 de julio de 2024, cuando cayó por decisión dividida ante el brasileño Robson Conceição en un resultado sumamente controvertido.
Lejos de derrumbarse, Foster exigió y logró una revancha inmediata. El 2 de noviembre de 2024, recuperó su título en una batalla táctica donde se adaptó a su rival cambiando de guardia, utilizando el jab con inteligencia y castigando al cuerpo en los momentos clave. La victoria por decisión dividida selló su regreso al trono mundial del WBC.
Con un récord profesional de 23 victorias, 12 por nocaut, y 3 derrotas, O’Shaquie Foster no solo ha demostrado su calidad dentro del ring, sino una capacidad de resiliencia que lo distingue entre los campeones actuales. Hoy, su objetivo es claro: unificar los títulos de las 130 libras frente a rivales como Emanuel Navarrete, Lamont Roach o Anthony Cacace, antes de subir al peso ligero.
En una era marcada por boxeadores fugaces, Foster se perfila como un campeón duradero y cerebral, cuya historia continúa escribiéndose con cada campanazo.

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