
Con apenas 33 años, Kevin “The KO Kid” Lerena ha escrito una de las páginas más notables del boxeo sudafricano reciente. Nacido el 5 de mayo de 1992 en Johannesburgo, el sudafricano pasó de un origen humilde ligado a las carreras de caballos a convertirse en campeón mundial del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) en la división Bridgerweight.
A diferencia de la mayoría de los campeones, Lerena no tuvo un recorrido en el boxeo amateur. Desde los 14 años se acercó al gimnasio como medio de disciplina y confianza personal, pero decidió saltar directamente al profesionalismo a los 18 años, consciente de las limitadas oportunidades que ofrecía el amateurismo en su país.
El 30 de noviembre de 2011 debutó como profesional con una victoria por nocaut técnico ante Justice Siliga. Su ascenso fue constante: en 2015 conquistó el campeonato nacional crucero y en 2017 obtuvo el título mundial de esa división, el cual defendió en varias ocasiones hasta consolidarse como uno de los mejores exponentes sudafricanos.
Más tarde dio el salto al peso pesado, donde llegó a disputar la faja mundial ante el británico Daniel Dubois, a quien derribó tres veces antes de perder por detención técnica. Sin embargo, fue en la división Bridgerweight creada por el WBC en 2020 para boxeadores de entre 90 y 102 kilos donde Lerena encontró su espacio ideal.
En 2023 ganó el título Silver y el interino, para finalmente ser proclamado campeón mundial del WBC el 1 de mayo de 2025. Con récord sólido, estilo zurdo y un poder de puños respetado, Lerena se ha convertido en un referente del boxeo sudafricano y en uno de los principales nombres de la división Bridgerweight.
Su historia demuestra que la perseverancia y la disciplina pueden abrir camino incluso cuando no existe una carrera amateur que respalde los primeros pasos. Hoy, Kevin Lerena no solo representa un título, sino la esperanza de que el boxeo sudafricano siga teniendo campeones mundiales en las categorías más exigentes.
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