
Por James Blears
El centro neurálgico, el corazón y el alma de la Convención del Consejo Mundial de Boxeo en Tailandia.
Sin duda, la Convención más grande del boxeo mundial, cuyo objetivo es mejorar el deporte mediante la cooperación, la comunicación y la acción, es un gigante que necesita reunirse eficazmente para cumplir con sus obligaciones.
La sexagésima tercera Convención del WBC, junto con la primera Convención de Muay Thai del WBC en el Marriott Marquis Queens Park de Bangkok, del 30 de noviembre al 5 de diciembre, se asemeja simbólicamente a un elefante, símbolo de orgullo de Tailandia. Es un coloso poderoso, con una memoria inagotable. Como suele decir Don King: «Mi magia reside en los lazos con mi gente».
El presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán, se ha reunido diariamente con su equipo, antes del inicio de la campaña, coordinando, buscando puntos de vista, modificando, adaptando y discutiendo estrategias, para que todos estén en sintonía. La sala de reuniones está equipada con una fotocopiadora nueva para garantizar que esto sea una realidad, tanto literal como figurativamente. Un facilitador y habilitador.
La esencia del Consejo Mundial de Boxeo es su gente, y esto es algo que Mauricio nunca olvida. Explica: “Nuestro principal objetivo es asegurarnos de que todos lleguen sanos y salvos, que sean tratados con respeto y se sientan especiales. Cada persona que ha viajado por el mundo para asistir a nuestra Convención merece recibir lo mejor.
“La gente viaja de todo el mundo para verse. Muchos no se han visto en un año o más, y todos creamos recuerdos imborrables. Desde un desayuno, una reunión, un almuerzo o una cena de premiación, hasta charlas en los pasillos. Por lo tanto, una de nuestras principales prioridades es asegurar que todos lleguen y se vayan sanos y salvos, hasta la próxima vez”. El mecanismo de trabajo es la suma de muchas partes similares, pero también diversas, por lo que la clave fundamental para que todo funcione a la perfección es la atención al detalle día a día y minuto a minuto, además de una facilitación eficaz mediante una comunicación práctica.
Mauricio afirma: “Hay muchos factores en juego entre los organizadores locales, la sede del WBC en México, los miembros del WBC, los presidentes de los comités y la Junta de Gobierno, y todo debe llevarse a cabo en tan solo una semana. Esto se debe a la infinidad de reuniones que se realizan incluso al mismo tiempo. Tenemos talleres, capacitación para oficiales de ring, capacitación para médicos, la visita de WBC Cares fuera del hotel, eventos de responsabilidad social y eventos de boxeo. Tantos factores en juego diferentes que requieren una administración absoluta, dedicada e impecable de la Convención”.
La gran cantidad de invitados y participantes requiere una atención meticulosa y una consideración del más alto nivel. Hay mil quinientas personas registradas, además de la población local y capacidad para aún más. Es un reto ser atendido, recibido y tratado de manera eficiente, eficaz y atenta. Porque los buenos modales no cuestan nada. Mauricio sonríe al comentar: “Es un gran reto, una lección de humildad y alentador, pero al mismo tiempo, cada año se vuelve más difícil de manejar. Porque no somos organizadores de convenciones, somos una organización de boxeo con nuestra propia experiencia. Es un gran reto y muy gratificante”.
Mauricio enfatiza que el Consejo Mundial de Boxeo ha elegido Tailandia para varias de sus convenciones: “Porque Tailandia es un país de boxeo, Tailandia es la tierra de las sonrisas, es un lugar donde mucha gente maravillosa se dedica con pasión a que una convención sea un éxito. Ha sido el liderazgo del general Kovid Bhakdibhumi y su hijo Thanapol quienes se han encargado de organizar las convenciones. Sin nuestros anfitriones locales, no es posible celebrar una convención exitosa”.
La clave del éxito es predicar con el ejemplo, hacer que el boxeo sea más seguro para los boxeadores y alcanzar objetivos y metas de calidad mediante el consenso, aplicando generosas dosis de esfuerzo. Tierra, viento y fuego… sangre, sudor y lágrimas. Mauricio afirma: «El éxito reside en cumplir la Agenda, en cumplir las clasificaciones y los con absoluta transparencia, honestidad y justicia. Y los informes de los comités son satisfactorios, lo que demuestra un sólido plan de acción para el año siguiente».
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