Mamá es la palabra
Por James Blears
Gente de cada rincón del mundo y de cada parte de México se reúne para honrar y atesorar la vida, los logros y los recuerdos que dejó doña Martha Saldívar Sulaimán, porque la tienen en la más alta estima.
La ceremonia para dar gracias por una vida fuerte y muy bien vivida será el lunes 18 de agosto a las 10 a.m. en la Antigua Basílica de Guadalupe.
El pilar de la familia Sulaimán, la madre de dos hijas y cuatro hijos y la abuela de muchos más nietos, doña Martha fue un apoyo, una madre maravillosa y el refuerzo para don José. Sin ella, él no habría podido viajar por el mundo, establecer lazos con sus naciones y construir el Consejo Mundial de Boxeo hasta convertirlo en la potencia más importante y con el mayor alcance.
En casa, doña Martha fue a menudo madre y padre, enseñando y guiando las lecciones de la vida con calma, justicia, bondad, sabiduría y, sobre todo, amor. El hogar de los Sulaimán era y sigue siendo un refugio seguro para la gente del boxeo, muchos de los cuales provienen de orígenes humildes. Siempre hay un lugar en la mesa para todos y cada uno de ellos, con comida para compartir y disfrutar. Doña Martha no hacía distinciones. Mostraba la misma consideración a un compañero de sparring o a un segundo de la esquina que a un campeón superestrella de primer nivel. Para ella, cada uno era un ser humano de valor, con un aprecio y respeto inestimables.
Cuando don José atendía y respondía llamadas telefónicas de diferentes zonas horarias y continentes en mitad de la noche, era doña Martha quien le preparaba un tentempié o una de sus ensaladas especiales favoritas. Era doña Martha quien supervisaba y preparaba una cena para treinta invitados, a veces de improviso, y con los fondos que le quedaban del día, le compraba a su hijo menor una batería, solo para que la tocara… cuando don José se había ido a la oficina. ¿Percusión fuera de discusión?
En el funeral de doña Martha, su hija mayor, Lucy, dijo: «He perdido a mi mejor amiga». El mayor tributo, porque tu madre es tu mejor amiga. Nunca tendrás una amiga mejor que tu madre. La matriarca de la familia. El faro y la luz que brilla en medio de la noche más oscura. La gente se sentía atraída por ella, reconociendo instintivamente la bondad y su constancia.
El servicio en la Antigua Basílica no es un lamento. Es una celebración de la maravillosa e inolvidable vida de doña Martha. Durante toda su vida, le encantaba jugar a las cartas con sus amigos. El secreto para tener una mano ganadora es ser imparcial, pero también elegir selectivamente tus ases, reyes y reinas con cuidado. Hay fotos de Muhammad Ali, Don King, Mike Tyson, Roberto Durán, Omar Sharif, Ryan O’Neal y muchas otras estrellas deslumbrantes en la casa de los Sulaimán. Todos eran bienvenidos, como lo es todo el mundo en la Basílica de Guadalupe.
AtUn evento de puertas abiertas por invitación de la familia Sulaimán y de la familia del Consejo Mundial de Boxeo, que abarca a casi doscientas naciones. Una familia de naciones. Todos los que asistan verán una foto de Martha y José. Su sonrisa confiada y radiante, la de ella un poco reservada y tímida. El complemento de un gran matrimonio y ahora se han reunido como almas gemelas.
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