Ha Fallecido el Gran Dwight Muhammad Qawi

Un faro de la grandeza del boxeo ha dejado este mundo a los setenta y dos años, pero no sin antes dejar una huella que pasa a la historia y leyenda pugilística, inspirada por su determinación, poder, coraje, fe y verdadera garra.

Nacido como Dwight Braxton el 5 de enero de 1953, Dwight creció en Camden, Nueva Jersey. Tuvo una juventud problemática y cumplió condena en la Prisión Estatal de Rahway, donde encontró el boxeo y el boxeo lo encontró a él. Tras las rejas, peleó y derrotó al hasta entonces invicto James Scott. A su salida, Dwight se hizo profesional en 1978.

Y al hacerlo, cambió su vida. Su hermana Wanda, siete años mayor que él, dijo: «Dwight estaba decidido a recuperar el tiempo perdido y tenía prisa por ganar».

Con solo cinco pies y seis pulgadas y media de altura, Dwight, quien se convirtió al Islam y cambió su nombre a Dwight Muhammad Qawi, fue un verdadero gigante en el ring, un torbellino, y él mismo describió su estilo como: «Cortando árboles».

Ascendió rápidamente en las clasificaciones. Acertadamente, su apodo era: «La Sierra de Camden». Ganó el título de peso semipesado del WBC en 1981, noqueando a Matthew Saad Muhammad en diez asaltos tempestuosos y deteniéndolo en una revancha con un TKO en seis. Tuvo tres defensas exitosas. Luego, en 1985, Dwight, quien había subido a peso crucero, fue a Sudáfrica y ganó el título de la AMB a Piet Crous, noqueándolo en el undécimo asalto.

Valiente y temible en el ring, Dwight se enfrentó a lo mejor del boxeo. Peleó contra Leon y Michael Spinks, Evander Holyfield dos veces, Mike Rossman, Ossie Ocasio y el gran George Foreman.

Dwight siempre lo dio todo. Nunca estuvo en una pelea aburrida. Se retiró en 1999, habiendo construido una fabulosa carrera de cuarenta y una victorias, incluyendo veinticinco nocauts, once derrotas y un empate. Dwight fue incluido en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo en 2004.

Después de su carrera en el boxeo, Dwight trabajó incansablemente como consejero de drogas y alcohol y defensor de la juventud. Murió después de una valiente lucha de cinco años contra la demencia. Nunca se rindió. Tan característico del hombre que fue y siempre será. Nos deja un legado maravilloso e impresionante de grandeza.

Como dice el dicho: «Un rostro hermoso envejecerá, un cuerpo perfecto cambiará. Pero un alma hermosa, siempre será un alma hermosa».

 

En un maravilloso, sincero, admirable y conmovedor tributo a su hermano menor, Wanda dijo: «Dwight perdió tiempo, con nueve años en prisión. Sentía que estaba atrasado y estaba decidido a salir adelante en la vida. Cuando regresó a casa, Dwight se hizo profesional de inmediato. Tenía una gran hambre y una tremenda determinación. Dwight tenía mucho corazón y era valiente. Era un buen tipo, todos lo querían, ayudó a todos».

«Un ex Rey del Ring, la batalla más grande de Dwight fue contra la adicción. La luchó él mismo y por eso pudo ayudar a tantos a superarla, habiendo estado limpio durante tantos años. Dwight dijo que fue su batalla más grande y su mayor victoria. No tenía miedo. No temía a nada ni a nadie aparte de Dios».

«Dwight era servicial y amable, tenía un corazón de oro, te daría hasta la camisa. Ayudó a todos en la familia y también a muchas otras personas. Y… fue un gran papá. Oh Dios mío, amaba muchísimo a sus dos hijos y a sus dos nietos. Llevaba a sus nietos a todas partes y fue un gran mentor para ellos. Era un musulmán devoto».

«Como hermano, Dwight era mi mejor amigo. Vivió conmigo los últimos diez años, pero cuando vivía en Nueva Jersey siempre me llamaba, como yo lo llamaba a él. En cada vacación venía y se quedaba con nuestra madre. Dwight era una persona muy dedicada a la familia. Hacíamos muchas reuniones familiares cada año y él trataba de asistir a todas».

Toda la Familia del Consejo Mundial de Boxeo, nuestro Presidente Mauricio Sulaiman y la Comunidad Global del Boxeo envían nuestras más profundas condolencias a la familia, amigos y fans de Dwight en todo el mundo. Dwight falleció el viernes, pero sus logros y esos maravillosos recuerdos brillarán para siempre.

Descansa en paz, querido campeón. Tu grandeza como boxeador y como hombre nunca será olvidada y siempre será valorada.