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El pasado 24 de noviembre el huracán Otis tocó tierra en el estado de Acapulco, Guerrero, como un poderoso huracán de categoría cinco, convirtiéndose en uno de los huracanes más fuertes que se hayan registrado en el Pacífico mexicano.
Con vientos de más de 260 km/h y rachas de hasta 315 km/h, Otis dejó a su paso un escenario de devastación y destrucción, la caída de los sistemas de comunicación y un panorama donde muchos de sus habitantes lo han perdido todo.
El impacto de Otis es incalculable, por ello es que el Consejo Mundial de Boxeo se une en apoyo a todas las víctimas y en oración a Dios para que les brinde mucha fortaleza, para afrontar esta terrible situación y reconstruir sus cimientos, convencidos, que Acapulco volverá a brillar con todo sus esplendor, pues este es y siempre ha sido uno de los destinos turísticos más icónicos, que gracias a la belleza exuberante de sus aguas y acantilados, su gastronomía, cultura, ecoturismo y hasta la vida nocturna, ha eclipsado a numerosas celebridades y personalidades a nivel mundial.
Hoy nuestros pensamientos y oraciones están con nuestros hermanos de Acapulco quienes hace un año nos abrieron las puertas de su bello estado para celebrar nuestra convención anual en su edición 60, teniendo como sede el majestuoso Hotel Palacio Mundo Imperial considerado el mejor complejo turístico.
Gracias a la inmejorable hospitalidad, la convención WBC fue más que inolvidable, días de mucho trabajo, pero también de mucha diversión y camaradería de la familia boxística. Acapulco fue la casa verde y oro para más de 1,600 asistentes de 112 países, 143 medios internacionales y más de 84 campeones mundiales, convirtiendo el evento boxístico más importante del año en una verdadera fiesta.
Hoy, queremos recordar algunas de estas memorias pues estamos seguros de que la unión y la fuerza de nuestros guerreros y guerreras harán que Acapulco se levante con más fuerza que nunca.
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