
Por Beka Romero
Septiembre es el mes de la prevención del suicidio. La prevención es una responsabilidad compartida que requiere la atención de toda la sociedad, según la OMS en el 2021 más de 700.000 personas se suicidan cada año y representa la cuarta causa de muerte en el mundo en el grupo etario de 15 a 29 años.
Millones de personas en todo el mundo luchan con pensamientos suicidas, y es esencial que estemos dispuestos a ofrecer apoyo y recursos para ayudar a quienes lo necesitan. Aquí hay algunos puntos importantes para marcar la diferencia:
1.Escuchar y Comunicar: La empatía y la escucha activa son cruciales. Preguntar a alguien cómo se siente y estar dispuesto a escuchar sin juzgar puede abrir puertas para el diálogo, en ocasiones las personas solo quieren ser escuchadas y con eso basta..
2.Concientización de Señales de Peligro: Aprender a reconocer las señales de peligro, como cambios drásticos en el comportamiento o la expresión de sentimientos de desesperanza, es fundamental para intervenir a tiempo y estar atentos.
3.Promoción de la Salud Mental: Esto incluye reducir el estigma en torno a los trastornos mentales y alentar la búsqueda de ayuda sin vergüenza.
4.Educación sobre el Suicidio: La educación sobre el suicidio en las escuelas y en la comunidad puede aumentar la conciencia y la comprensión, lo que puede salvar vidas, sobre todo hablar de este tema con apertura.
5.Apoyo Post-Suicidio: Después de un intento de suicidio o una pérdida por suicidio, el apoyo continuo es crucial para la recuperación de quienes están afectados.
Recuerda, la prevención del suicidio es un esfuerzo colectivo. Todos podemos marcar la diferencia al ser comprensivos, informados y dispuestos a ayudar a quienes luchan con pensamientos suicidas.
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