
Todo está listo en Manila, Filipinas para que del 16 al 19 de noviembre la familia boxística se reúna nuevamente, esta vez para celebrar la tercera convención femenil WBC, una reunión que se espera sea próspera, y donde se trabajará arduamente en favor de las mujeres.
Como en anteriores ocasiones uno de los temas principales será el seguir insistiendo y concientizando sobre los riesgos (uno de ellos, principalísimo, el embarazo) que corren las boxeadoras al trasponer las cuerdas, así como los cuidados y medidas de seguridad que deben seguir todas ellas.
Recordemos que, durante la segunda convención celebrada en Tijuana, Baja California, el Presidente del Comité Médico, Doctor Paul Wallace, de Estados Unidos, enfatizó en aquella ocasión los riesgos que corre una boxeadora embarazada al pelear en ese estado y es que aunque parezca inverosímil muchos promotores, managers, entrenadores etcétera, poco “éticos”, suben al ring a sus representadas sin importar poner en riesgo la vida del bebé o de la misma peleadora.
En este punto, cabe destacar que el WBC ha implementado pruebas médicas obligatorias, siendo una de las principales, insistimos, la de embarazo. Incluso aun cuando el equipo de la peladora presenta la prueba de laboratorio, los médicos de la comisión local están obligados a realizar un “test rápido” de embarazo para corroborar el resultado anterior.
Seguros de que esta convención marcará un rumbo especial para el boxeo femenil, también se dará seguimiento a las inquietudes que las mismas pugilistas han expresado en diversas ocasiones.
Además, dentro de la agenda se cubrirán otros temas de gran relevancia; entre ellos:
Sin duda alguna será una convención de mucho trabajo, pero también habrá tiempo para el esparcimiento pues nuestros anfitriones han preparado muchas sorpresas, entre ellas una inolvidable Cena de Gala, una prometedora Noche de Talentos y para despedirnos un espectacular viaje en bote.
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