Por el Dr. Phillip Goglia
El documental ‘Super Size Me’ es una descripción muy extrema de cómo la comida puede hacer sentir a alguien. En esta película de 2004, Morgan Spurlock se propone comer solo comida de McDonald’s 3 veces al día durante 30 días para explorar la conexión entre la epidemia de obesidad y la mayor ingesta de comida rápida en nuestro país. Él no consume nada, ni siquiera agua, a menos que provenga de McDonald’s, y si alguna vez se le pide que “aumente el tamaño” de una comida, tiene que decir que sí, de ahí el título. Además, restringe su actividad física.
La dieta no solo causa estragos en su salud física, en términos de aumento de peso, colesterol alto y presión arterial alta, sino que también afecta enormemente su salud mental. A mediados del mes de haber seguido esta dieta de comida rápida, afirmó que sufría de fuertes dolores de cabeza y que nunca había estado tan deprimido en su vida. Además, su nivel de energía era extremadamente bajo.
El viejo dicho “eres lo que comes” puede tener algo de verdad. La mayoría de nosotros probablemente hemos experimentado, de una forma u otra, cómo los alimentos pueden hacernos sentir mal después de comerlos. Tal vez te hayas sentido incómodo y cansado después de una gran comida de Acción de Gracias o con energía para comenzar tu mañana después de un batido de frutas saludable. La comida afecta nuestra salud física y mental.
La depresión es muy común en nuestra sociedad por una variedad de razones. A veces es una condición secundaria asociada con personas que tienen problemas de salud o discapacidades crónicas y enfrentan problemas y desafíos únicos que pueden ponerlos en mayor riesgo. La depresión es una enfermedad grave y es muy importante consultar a un profesional de la salud para recibir tratamiento si experimenta signos de depresión. La buena nutrición es un componente importante para tener un mejor estado de ánimo y una mayor sensación de bienestar; sin embargo, no es un sustituto de la atención médica.
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