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Por el Dr. Phillip Goglia
Lo que comemos puede determinar cómo nos sentimos, pero cómo nos sentimos también puede determinar lo que comemos.
Los alimentos y los químicos en nuestros cerebros interactúan para mantenernos activos durante todo el día. Es importante comer una variedad de alimentos saludables, ya que tienen diferentes efectos en nuestros cerebros. Por ejemplo, los carbohidratos aumentan la serotonina, un químico cerebral que tiene un efecto calmante.
Quizás es por eso que las personas a menudo anhelan alimentos ricos en carbohidratos cuando están bajo estrés. Los alimentos ricos en proteínas aumentan la tirosina, la dopamina y la noradrenalina, lo que ayuda a aumentar el estado de alerta.
Además, ciertas grasas saludables (ácidos grasos omega-3) se convierten en parte de las membranas de las células cerebrales y controlan muchos procesos cerebrales.
La mala nutrición o la falta de una variedad de alimentos saludables pueden contribuir a la depresión al limitar la disponibilidad de estos nutrientes específicos.
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