Por Mauricio Sulaimán / Hijo de José Sulaimán / Presidente del WBC
La penosa invasión de Rusia a Ucrania domina todos los noticieros, redes sociales y cualquier plática que uno sostiene en todo momento. Lo único que deseo expresar es la pena que la comunidad del boxeo mundial siente por este triste evento. Tenemos muchísimas personas muy queridas en ambos países, quienes durante muchos años han tenido una increíble relación con nuestro organismo, incluyendo los campeones mundiales, promotores, oficiales de ring, y todos quienes pertenecen a la comunidad de este deporte. Dios nos ayude a restablecer la paz.
Este último sábado se dio una durísima pelea, entre el campeón indiscutido de peso superligero, quien posee los cinturones WBC, WBO, IBF y WBA, el escocés Josh Taylor, ante su retador, el británico Jack Catterall.
Taylor venció el año pasado al mexicoamericano José Carlos Ramírez en una gran batalla, en Las Vegas; así se proclamó como monarca indiscutido, y según los comentarios tras la pelea, lo más probable es que suba a peso welter.
Esta división superligero, la cual fue donde brilló en su máximo esplendor, el gran campeón mexicano, Julio César Chávez, está que arde.
Este viernes, José Carlos Ramírez regresa al ring, tras la derrota antes descrita, para enfrentar al boricua José Pedraza, en una pelea eliminatoria por el WBC.
Por otro lado, está el campeón plata WBC y retador oficial de la división, José Chon Zepeda, de EU.
En caso de que Taylor suba de peso, veremos al estadounidense Zepeda disputar el título vacante contra Ramírez, en caso de que éste gane su pleito del viernes.
También subió a esta categoría Teófimo López, quien es, sin duda, una de las mayores amenazas, y por supuesto, el excampeón mundial Regis Prograis, que va a pelear por la eliminatoria del WBC, el próximo 19 de marzo, en Dubái.
Otra de las divisiones calientes es la supermosca. Se había cuadrado un torneo para ver las peleas entre Juan Francisco Gallo Estrada vs. Chocolatito González III y Carlos Cuadras vs. Srisaket Sor Rungvisai II, en el entendido que ambos ganadores se enfrentarían.
Pero el COVID-19 hizo de las suyas y sacó de la ecuación a Estrada y Rungvisai. El WBC apoyó las peticiones de los promotores para continuar con las carteleras, y en una gran sorpresa, el joven Jesse Rodríguez venció a Carlos Cuadras para ganar el campeonato supermosca WBC. Y este próximo sábado 5 de marzo, Chocolatito va a enfrentar, al actual campeón mundial mosca WBC, Julio César Rey Martínez, quien recibió permiso del organismo para subir de peso y tener la pelea más importante de su carrera.
Ya veremos qué pasa el sábado, y también cómo está el cuadro médico de Estrada y Rungvisai para ordenar las siguientes peleas.
Estuve platicando con mi gran amigo, el excampeón mundial WBC de peso supermosca, José Luis Bueno, y recordó con gran emoción una de las tradiciones del boxeo mexicano. Mi hijo le preguntó por su récord, y en sus comentarios, platicó que perdió una dura contra Javier León, pero fue tan buena la pelea, que al final el público les aventó dinero. Eso se veía en todas las arenas del país, y aunque es muy raro que eso suceda, de vez en cuando, sucede este fenómeno tan especial que reconoce cuando los peleadores se brindan con todo.
El viernes tuvimos un evento en el Centro Penitenciario del Bordo Xochiaca, en Nezahualcóyotl. Se celebró el primer torneo intercarcelario. Este programa lleva varios años con resultados maravillosos. Junto con la Doctora Eunice Rendón y muchos entusiastas colaboradores que han participado en los programas Knockout: No tires la toalla, y Boxeando por la Reinserción, se han establecido proyectos, con medición psicométrica en distinto penales del Estado de México, Morelos y otros más.
El viernes tuvimos un evento maravilloso en el centro penitenciario del
Bordo de Xochiaca en Nezahualcóyotl, Estado de México, se celebro el primer torneo intercarcelario. Este programa lleva varios años con resultados maravillosos. Junto con la Dra Eunice Rendón y muchos colaboradores entusiastas que han participado en los programas “No tires la Toalla” y “Boxeando por la Reinserción”, se han establecido programas de boxeo con medición psicométrica en distinto penales del Estado de México, Morelos y otros estados.
El sábado presenciamos las finales de un torneo donde participaron los ganadores de cada uno de sus centros de readaptación. El nivel de boxeo visto fue maravilloso, el coraje y ganas de ganar fue entusiasta y el deportivismo al término de los combates fue conmovedor.
David Picasso (padrino de honor), Humberto Chiquita González, Pipino Cuevas, Pablo César Cano, Víctor Manuel Rabanales, Coto Vidales y Mariana La Barby Juárez me acompañaron para hacer entrega de las medallas. Agradecemos a la directora del centro, Verónica Jiménez, Juan de Dios Rodríguez, director de Reinserción Social de la Subsecretaría de Control Penitenciario, y en especial, al secretario de Seguridad Pública del Estado de México, Rodrigo Martínez Celis, por todas las facilidades que brindó para que este torneo fuera un éxito.
Un amplio reconocimiento a Carlos Bondojo Hernández, quien logró una maravillosa coordinación del evento, junto con Alfonso Picasso, por la excelencia de los oficiales de ring y servicios médicos.
Todos en la vida nos equivocamos; algunas personas con mayor gravedad y consecuencias, pero todos merecemos una segunda oportunidad. Es por ello que el Consejo Mundial de Boxeo ha tomado con gran entusiasmo estos programas loables que dan esperanza, a quienes perdieron la libertad y se encuentran encerrados en un mundo sin salidas. El deporte y el boxeo les da disciplina, orden, motivación y los lleva de la mano a prepararse para un día reintegrarse a la sociedad.
¿SABÍAS QUE…?
Grandes personalidades del mundo del boxeo lograron rehacer su vida, tras pasar años en la cárcel: Bernard Hopkins y el promotor Don King utilizaron sus años de encierro para mejorar y preparase para logra el éxito al salir.
ANÉCDOTA DE HOY
Un día estaba mi papá en su oficina, cuando recibió una llamada que lo consternó. Pipino Cuevas había sido encarcelado. Él fue gran campeón mundial welter y estaba como responsable del deporte de la Delegación Gustavo A. Madero, y por una jugarreta inhumana, una trampa que le pusieron, por una ridícula cantidad de 20 mil pesos, y que le imputaron sin prueba alguna, tuvo que pasar tres meses de su vida, en el Reclusorio Norte.
Mi papá acudió a visitarlo en algunas ocasiones, y siempre estaba ahí Humberto Chiquita González, quien lo visitaba seis días de cada semana para acompañarlo en esta penosa situación, de la cual fue inocente al término del proceso, pero sin que nadie pudiera quitarle esa amarga experiencia.
Agradezco sus comentarios en contact@wbcboxing.com
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