
Beka Romero, embajadora contra el acoso del WBC (WBC Anti-Bullying Ambassador), conversó y escuchó a trescientos cincuenta niños en el Instituto Municipal del Deporte de Reynosa sobre un flagelo que nos afecta a todos.
Aproximadamente seis de cada diez niños han sufrido o han sido afectados por el bullying.
Los niños en la audiencia hablaron sobre la tristeza, el miedo y la frustración. Beka explicó que existen cuatro tipos de acoso: físico, verbal, gestual y cibernético.
Beka instó a los niños a no sufrir en silencio, a avisar a sus maestros y a la sociedad para romper el círculo vicioso. Hay víctimas de acoso y testigos de los agresores.
Es importante bloquear y reportar el acoso cibernético, y no responder de ninguna manera ni buscar venganza. Es mejor confiar en los padres y maestros. Hay que ser constante y consistente para marcar un punto final en el ciclo de acosadores, víctimas y testigos.
Las consecuencias para los acosadores pueden incluir la suspensión escolar, la expulsión y acciones legales. Para las víctimas, las consecuencias son el miedo constante y la depresión, que incluso puede conducir al suicidio.
Los maestros pueden, deben y realmente ayudan. Se requiere una interacción inmediata. Mike Tyson, Canelo y Cristian Mijares sufrieron acoso, pero no se rindieron.
Cristian fue atacado por ser delgado y pequeño. Fue al gimnasio y se sintió inspirado. Se convirtió en una sensación del boxeo zurdo.
Hubo una tremenda interacción entre Cristian, Beka y el joven público. Él les dijo que la clave es controlar el miedo, una prueba y testimonio de la vida.
Practicar deportes es un canal para la energía, la disciplina y la dedicación. José Luis Castillo también apoyó esta postura integral y unida.
Luego se realizó una simulación con un grupo de cinco niños y el mismo número de niñas, enseñándoles la guardia y el movimiento de pies, jabs y combinaciones, con el gran y paciente José Luis. «¡Uno, dos, tres!», se escuchaba. Porque defenderse y hacerse valer es importante.
Una clase memorable por derecho propio.
¿Quién superó mejor sus pasos de defensa personal? ¿Las niñas o los niños?
¡Por supuesto que fue un empate!











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