
En el Palacio Municipal de Reynosa, Mauricio Sulaimán cortó el listón carmesí para inaugurar el Museo dedicado a la obra de vida de su padre, Don José Sulaimán.
Una historia que contiene y encapsula tantos recuerdos, la educación y la evolución del boxeo.
Se exhiben batas, botas, guantes, el famoso Cinturón Verde y Oro, el primer cinturón del WBC (que era negro), y cinturones conmemorativos.
También se pueden ver fotos de Don José como árbitro, como presidente del WBC junto al Papa Juan Pablo II, y con las súper estrellas del boxeo que eran como una familia para él.
Destacan dos shorts de pelea pertenecientes a Erik Morales y Marco Antonio Barrera, etiquetados como «Terrible» y «Tapia» (en honor a la madre de Marco Antonio). ¿Quién podría olvidar su épica trilogía?
Horas antes, en la Sala de Cabildo del Palacio Municipal, Mauricio recibió un certificado enmarcado que honra la labor de vida de su padre y su legado perdurable en y para el boxeo.
La grandeza de Don José es atesorada y recordada para siempre en el estado natal de la familia Sulaimán Saldívar. El regreso a casa.







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