El próximo 8 de septiembre, el Barclays Center de Brooklyn de Nueva York será escenario de una pelea que se perfila para ser una de las mejores del año, por supuesto, nos referimos al encuentro que sostendrán Danny García y Shawn Porter donde estará en juego el vacante título mundial WBC en la división welter.

La pelea desde todos los ángulos promete ser sumamente explosiva pues ambos púgiles llegan a este compromiso con la firme intención de coronarse con el título verde y oro, demostrando quien es el mejor welter del momento, pero también -y como ingrediente extra- con plena conciencia de que ganar significa reconocer a su papá con un cinturón de entrenadores WBC y es que recordemos, que tanto Danny como Shawn han sido entrenados y dirigidos por su antecesor.

En este punto, el Consejo Mundial de Boxeo está en el proceso de reglamentar la presencia de familiares en las esquinas, pero en este caso son carreras muy largas con los padres y por ello el organismo desea reconocer el gran trabajo y dedicación que han hecho con sus hijos, ayudándolos a forjar sus impresionantes carreras.

La presea que reconoce a los entrenadores es única en su tipo, inspirada en la toalla tradicional usada en todo momento por estos hombres que detrás de las luces de los reflectores imprimen toda su pasión y dedicación en sus pupilos.

Con la primicia de que el ganador no sólo se llevará el título mundial sino también el cinturón de entrenadores a casa, Danny y Shawn se preparan a todo vapor para ofrecer una gran noche de boxeo que será histórica: padre e hijo alzándose con el verde y oro.

Danny, quien viene de noquear a Brandon Ríos en febrero pasado después de haber caído contra Keith Thurman, ha dejado en claro que ésta es la pelea que había esperando donde demostrará que está de vuelta y en su mejor versión.

Sin embargo, y a pesar de que García está convencido que ganará por la vía rápida, Porter fue enfático al decir que su estilo es más agresivo y eso será ventaja para él, además, aseguró que ningún rival ha podido entrar a su cabeza, lo que le permite jugar con el adversario llevándolo a su territorio.

De esta manera, todo está listo para disfrutar de dos noqueadores que se jugarán todas sus cartas para alzarse con la victoria.