Ayer por la noche vivimos una noche histórica pues la invicta peleadora de Coachella Gabriela Fundora se enfrentó a la formidable monarca unificada de las 122 libras de Argentina, Gabriela Alaniz, en lo que fue una guerra por la supremacía mosca.
Gabriela “Chucky” Alaniz buscaba defender su título mosca del WBC por primera vez tras derrotar a Marlen Esparza en Estados Unidos; sin embargo, Fundora llegó sumamente motivada para convertirse en la campeona indiscutible más joven tanto en boxeo masculino como femenino.
La pelea inició con dominio alterno, en el primer round Gabriela intentó emplear su mayor distancia para controlar las acciones pero Alaniz no la dejó al meterse dentro de la corta distancia para conseguir los mejores golpes. Para el segundo, Gabriela se mostró más móvil y conectó poderosos golpes que hicieron retroceder a la peleadora argentina. Para el tercero Alaniz volvió a salir con mucho vigor metiéndose en la guardia de Fundora, quien a pesar de recibir castigo comenzó descifrar la clave para ganar la pelea mediante poderosas combinaciones.
A partir del quinto round, la balanza se comenzó a inclinar notablemente en favor de la peleadora de Coachella. Ya en el séptimo round, Gabriela envió a la lona a Alaniz, quien logró levantarse; sin embargo, Fundora la recibió con una poderosa mano que la depositó de nueva en la lona.
Alaniz se levantó de nuevo, pero el réferi Robert Hoyle indicó que era suficiente castigo y decretó a Gabriela Fundora como la nueva monarca indiscutible de peso mosca vía nocaut técnico en el séptimo round.
Ahora Gabriela Fundora y su hermano Sebastían Fundora, son orgullosos monarcas verde y oro.
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