13 de noviembre de 1992

Riddick Bowe derrotaba al campeón indiscutible de los pesos pesados Evander Holyfield en el primer combate de su trilogía. 

Bowe derribó al anterior rey del peso crucero en el onceavo asalto, allanando el camino a su victoria por decisión unánime en el Thomas and Mack Center de Las Vegas. 

De todos modos, la contienda mano a mano entre los dos pesos pesados invictos siempre será recordada por el décimo asalto, grabado en la memoria de muchos y muchas como uno de los más espectaculares en la historia del boxeo. 

Bowe golpeaba sin piedad al campeón buscando noquearle, tras haberle dejado tambaleando con un tremendo uppercut; pero sorprendentemente, de algún modo Holyfield logró sobrevivir a las embestidas y plantó cara para culminar el asalto con gran ímpetu. 

“El round del año”: así fue como lo tituló el comentarista Al Bernstein al sonar la campana, todavía con ambos boxeadores intercambiando golpes. “Este ha sido uno de los mejores rounds en la historia de los pesos pesados, ¡y punto!”.