Es difícil igualar el entusiasmo ilimitado, la energía, el compromiso y la determinación inquebrantable del promotor de boxeo de Cancún, Pepe Gómez.
Pepe, quien también es dueño del periódico Quequi, ha recurrido a las habilidades de uno de sus diseñadores gráficos para crear el logotipo de la 57ª Convención anual del Consejo Mundial de Boxeo, que este año se llevará a cabo en el Grand Oasis Hotel en Cancún, del 20 al 26 de octubre. También está actuando como anfitrión y coorganizador del evento anual más grande del boxeo.
Pepe estuvo involucrado en la primera Convención Femenil de WBC, la organización de la Convención 50 del WBC, cuando Muhammad Ali fue coronado “Rey del Boxeo” y fue tratado con el mayor cuidado y cortesía, en la organización del primer congreso Médico del WBC y por supuesto, fue parte esencial de “Historia en Cancún” la cual fue protagonizada por la primera pelea de campeonato de peso completo entre Oleg Maskaev y Samuel Peter.
El objetivo de Pepe ha sido construir una casa con una base sólida sobre roca … así como arena bañada por el sol. Él dice que quiere seguir desarrollando Cancún como un destino de mar y arena a mucho más. Parte de eso es la rica tradición maya. Se puede ver un ejemplo en el póster de la Convención, que tiene un símbolo maya de tres líneas y cuatro puntos que representan cincuenta y siete años, pero eso apenas es la superficie. Pepe Gómez le ha dado al mundo del boxeo una serie de campeones mundiales de Cancún y hay muchos más en camino.
La gran convención anual 57 del WBC comenzará con un torneo de golf y luego una inauguración temática maya para recordar. Don King inspiró a Pepe a llevar un gran cigarro cubano, que permanece permanentemente apagado en su mano derecha. Pero en la Conferencia de prensa semanal del Consejo Mundial de Boxeo, que se realizó esta semana en el Mercado de Alimentos de la Ciudad de México, luego de su vívida presentación, Pepe también hizo una pausa para reflexionar sobre el WBC y el camino a su lado.
El promotor aprovechó la oportunidad para entregarle a Mauricio Sulaimán un muñeco de acción “Pepe Gómez”.